viernes, 16 de diciembre de 2011

Yamy, la nueva bendición del Señor.

Dios, cuanto me quieres y bendices, has dado a tu hijo para que sea mi pastor y pagador de todos mis pecados.

Y todavía me premias con una nieta mas, ser hermoso, con la inocencia que solo los niños pueden tener, por ser la parte más noble y endeble de la vida, a los cuales proteges con ángeles.

En mi sentir no hay palabras con que describir el amor que tengo por mi nieta Yami, pedazo de mi carne y sangre, delicada criatura dadora de vida, porque me hace vivir, sanadora de mi alma porque a cada momento se que debo ser mas consiente de mis actos, con un espíritu iluminado por ti Señor.

Gracias porque no pueda olvidarla todos los días de mi vida, proveedora de sonrisas con las que rejuvenezco, gracias Dios, pero también a tu hijo Jesús, porque él es el encargado de que tus bendiciones permanezcan en cada uno de los de mi familia, gracias porque desde la hora en que fue concebida le diste salud y amor.

Gracias porque tiene a sus cuatro abuelos, tías, tíos, bisabuelas y demás familia, te pido mi Señor, que a esta nenita no le falte nunca nada, pero en especial, tu amor y bendiciones, el amor y cuidados de sus padres y de todos los que conformamos su familia, para que viva siempre protegida y aconsejada de lo mejor de cada uno de los que le rodeen.
Pero sobre todo Señor Jesús que conozca de Ti, como cuando pude elegir por mi mismo el camino, y ese camino eres tú.
Dale oportunidad de que te reconozca como su Señor, Salvador y dador de vida.
Dame Señor, un corazón abierto para saber cómo orientar a mi nieta, que sepa que siempre estaré ahí para cuando me necesite, que tenga la palabra, pero sobre todo el criterio para brindarle orientación.

Que nunca me falte su abrazo, sus caricias y sus besos, y cuando hable, me regocije con su voz y sus frases llenas de fantasía, pidiéndome que le cumpla sus exigencias y caprichos, pero te pido mi Señor que no me vea complaciente ante lo que no le convenga.

Y cuando me llene de su dulce paleta, o sus manos llenas de no sé que, no se me olvide que esto pronto pasara.

Que felicidad Señor de saber que no importa cuántos años la veré, pero que sean los suficientes, si tú quieres, para que yo viva encantado de tenerla y gozarla.

Gracias Señor mío, por haberme regalado estos dos ángeles, Andrea y Yamy.

Por todo esto gracias, mil gracias, a mi Dios, y a tu hijo, mi Señor Jesús.

Mi primer Angel

Así es como veo a mi nieta Andrea.

Como la niña que es, de dos años y medio.

Delgada, de tez blanca, con su cabello peinado en dos colitas, con los prendedores de colores como los que irradia su mirada, sonriente y a veces caprichuda, quien sabe porque, llena de energía, de poco comer, inquieta con la pila bien cargada, investigando todo lo que le rodea, bien vestida, presumida, muy femenina, con carácter fuerte, (pobres de sus padres).

Como todas las mujeres llamando siempre la atención de quien le rodea, con un ángel que muchos quisieran, despierta e intuitiva, siempre siendo el centro de las miradas, de chicos y grandes, envidiada por los inteligentes niños y niñas, porque saben, por pequeños que sean que no pueden competir con su simpatía, generando energía en todas direcciones.

Pero niña al fin, llena de inocencia, frágil, fresca como su sonrisa y dueña de muchos pensamientos que durante el día a día la amamos, deseando solo lo mejor para nuestro ángel (Andrea).

Bendigo el día que llegaste a nuestras vidas, esperando que sigas siendo por siempre el arcoíris que nos ilumine, porque seas motivo de pedirle a Dios todas las noches y también por quien te quiera y te eduque, porque todos los días crezcas en todos los sentidos y seas una niña rodeada de amor, departe de tus abuelos, tíos, y que tus padres siempre estén llenos de tu amor para que seas su motivo de vivir en familia.

Hoy, 30 de Abril día del niño, te escribo estas palabras con todo mi corazón, sabiendo que eres el eslabón mas fuerte, siendo tan tierna, que eres nuestra fortaleza con apenas dos años y medio, que haces con tu imagen en cada uno de los que te amamos, personas más consientes, y en caso de los abuelos, de lo que es el amor de una nieta, porque al conocerte y tenerte en mis brazos me haces el ser más feliz del mundo.

Bendito el día de tu llegada a nuestras vidas Andrea, sigue siendo la niña que tanto amamos y que los sentimientos de ángel que viven en ti, sean los que te acompañen en cada momento de tu vida.

En lo particular no sabría decirte con palabras cuanto te amo, espero vivir el tiempo necesario para verte crecer y convivir contigo para valorar lo grande que es tu vida para mí.

Dios, gracias por haberme dado una nieta saludable, bella e inteligente, demasiado inteligente.


Dios, gracias por haberme regalado un ángel antes de conocer el cielo.

Andrea, gracias por tus bellos momentos, muchas gracias.

Dios, gracias por bendecir a mi nieta y a sus padres.

Tu abuelo Francisco.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Este pasado 11/nov/2011 cumplió ocho meses de vida mi nieta Yamilet.
Es por ello que le dedico estas lineas.

Dios, cuanto me quieres y bendices, has dado a tu hijo para que sea mi pastor y pagador de todos mis pecados.

Y todavía me premias con una nieta mas, ser hermoso, con la inocencia que solo los niños pueden tener, por ser la parte más noble y endeble de la vida, a los cuales proteges con ángeles.

En mi sentir no hay palabras con que describir el amor que tengo por mi nieta Yami, pedazo de mi carne y sangre, delicada criatura dadora de vida, porque me hace vivir, sanadora de mi alma porque a cada momento se que debo ser mas consiente de mis actos, con un espíritu iluminado por ti Señor.

Gracias porque no pueda olvidarla todos los días de mi vida, proveedora de sonrisas con las que rejuvenezco, gracias Dios, pero también a tu hijo Jesús, porque él es el encargado de que tus bendiciones permanezcan en cada uno de los de mi familia, gracias porque desde la hora en que fue concebida le diste salud y amor.

Gracias porque tiene a sus cuatro abuelos, tías, tíos, bisabuelas y demás familia, te pido mi Señor, que a esta nenita no le falte nunca nada, pero en especial, tu amor y bendiciones, el amor y cuidados de sus padres y de todos los que conformamos su familia, para que viva siempre protegida y aconsejada de lo mejor de cada uno de los que le rodeen.

Pero sobre todo Señor Jesús que conozca de Ti, como cuando pude elegir por mi mismo el camino, y ese camino eres tú.

Dale oportunidad de que te reconozca como su Señor, Salvador y dador de vida.

Dame Señor, un corazón abierto para saber cómo orientar a mi nieta, que sepa que siempre estaré ahí para cuando me necesite, que tenga la palabra, pero sobre todo el criterio para brindarle orientación.

Que nunca me falte su abrazo, sus caricias y sus besos, y cuando hable, me regocije con su voz y sus frases llenas de fantasía, pidiéndome que le cumpla sus exigencias y caprichos, pero te pido mi Señor que no me vea complaciente ante lo que no le convenga.

Y cuando me llene de su dulce paleta, o sus manos llenas de no sé que, no se me olvide que esto pronto pasara.

Que felicidad Señor de saber que no importa cuántos años la veré, pero que sean los suficientes, si tú quieres, para que yo viva encantado de tenerla y gozarla.

Gracias Señor mío, por haberme regalado estos dos ángeles, Andrea y Yami.

Por todo esto gracias, mil gracias, a mi Dios, y a tu hijo, mi Señor Jesús.